Basket Veritas Pozuelo por el Mundo: la experiencia de nuestra Iria López por USA

https://api.clupik.com/clubs/194/images/clubTransparent.png
BASKET VERITAS-POZUELO
30 de enero de 2020

Ya te hablamos en su mundo de Lydia Vian, que sigue su curso por tierras holandesas pero nos recuerda a diario. Y es el momento de hablar de una jugadora que ha vuelto pero que nos ha echado mucho de menos. También juega actualmente con nosotros, y se llama Iria López.

La gallega nos cuenta su experiencia por Estados Unidos, y lo hace en un emotivo artículo que no queremos que te pierdas. ¡Aquí los tienes! 

"Hi everyone! Bienvenidos otra vez a un nuevo capítulo de “Veritenses por el mundo”!

Mi nombre es Iria, y tras haber jugado dos temporadas en el equipo Senior, yo también me atrevo a llamarme “Veritense”. Fueron dos años fantásticos en los que conocí a personas estupendas que me recordaron lo feliz que me hace jugar al baloncesto. ¡Y es que llevaba 6 años sin tocar un balón! ¡6 años! ¿Cuál fue el motivo? La verdad es que suelo dar siempre la misma respuesta: Arquitectura (+ vida social en una nueva ciudad). Ahora veo que ambas son compatibles con este deporte, pero en aquel momento no lo tenía tan claro.

Mi afición por el baloncesto se la debo fundamentalmente a mi padre. No he conocido nunca a una persona más apasionada. Incluso ahora, con sus 56 años, jamás se pierde “la pachanga de los lunes” con sus amigos. Un auténtico crack. Fue él quien me animó a apuntarme en benjamines al equipo de mi colegio de A Coruña. Y también fue él quien cuatro años después sutilmente me sugirió que “ya era hora de tomárnoslo más en serio”. Así que en infantil fiché por la Asociación Deportiva Calasancias. Un club que durante seis temporadas me hizo vivir algunos de los mejores momentos de mi vida, tanto fuera como dentro de las canchas. Con ese equipo gané, perdí, sufrí, lloré, reí, viajé... y, en definitiva, fui enormemente feliz. 

Al llegar a Madrid (hace tres años) pensaba que el baloncesto ya había pasado a una mejor vida para mí. Hasta que un día mientras estaba haciendo el camino de Santiago (¡aprovecho para recomendar la experiencia al máximo!) recibí una llamada. Al otro lado estaba Jelu, el que sería mi entrenador durante los dos años en Veritas. Otro entrenador de Madrid que conocía mi situación le había dado mi contacto. Fue Jelu quien me dio el pequeño empujoncito que necesitaba (porque no creáis que me lo pensé mucho) para volver a engancharme a este deporte. Y así, de pronto, me encontré con mi nombre en una camiseta de Veritas. Es más, me encontré también con otra gallega (Marta García), ahora capitana del Senior (y una muy buena amiga), pero también una de mis máximas rivales en categorías inferiores. Fue a partir de ese momento cuando me di cuenta de todo lo que echaba de menos estar en un equipo (que, al fin y al cabo, es como una familia). 

Quizás ahora os estéis preguntando por qué, si el baloncesto es tan importante para mi, no empecé la temporada en el Veritas este año. Y la respuesta es que tuve que irme a Estados Unidos por trabajo hasta este Enero. He estado en la Universidad de Oregón, en la costa oeste. (Aprovecho para publicitar la zona y animaros a que si algún día vais a USA os paséis por ahí, 100% recomendable). 

He de confesar que a lo largo de mi aventura americana el máximo contacto que he tenido con el baloncesto es como espectadora. ¡Y es que el nivel de juego en las universidades americanas es tal y como lo pintan las películas! Es decir, ¡una auténtica pasada!

Eso sí, en cuanto pisé territorio español, llamé al Club para saber si podía reincorporarme a los entrenamientos. ¡Madrid sin la Familia Veritas no es tan divertido!

¡Nos vemos pronto!

Iria"

¡Grande!

#todoalnegro

#VdeVeritas 

0 Comentarios
Inicia sesión o regístrate para comentar